“La clave del éxito del Ademar León fue que éramos una gran familia”
La afición leonesa del balonmano ha dado un merecido homenaje a los héroes de la plantilla del Ademar León de 1998-1999, que consiguió ganar la Copa Asobal y la Recopa de Europa, los dos primeros grandes títulos de este equipo leonés.

La afición leonesa del balonmano ha dado un merecido homenaje a los héroes de la plantilla del Ademar León de 1998-1999, que consiguió ganar la Copa Asobal y la Recopa de Europa, los dos primeros grandes títulos de este equipo leonés.
La Experiencia FID ‘Los títulos que cambiaron la historia’ fue presentada por el periodista local Pablo Campos y contó con la participación del entrenador Manolo Cadenas y los jugadores Hombrados, Armand Torrego y Jorge García Vega. Además, también estuvo presente el actual presidente del ABANCA Ademar, Cayetano Franco, mientras que Enterríos y Marne, mandaron un vídeo en el que recordaron todo lo vivido y coincidieron al señalar que su etapa en León fue algo inolvidable.
Antes de que los protagonistas de esta cita subieran al escenario del Auditorio Ciudad de León se hizo un especial recuerdo a tres personas ya fallecidas y que formaron parte de esa gran familia que fue el Ademar: el presidente Juan Arias, el jugador José Luís Pérez Canca y el delegado Ludena. Tras el discurso del alcalde de León subieron al escenario Manolo Cadenas, Hombrados, Torrego y Jorge García Vega, quienes recibieron el cariño y los aplausos de los centenares de leoneses que acudieron a este homenaje.
«Los recuerdos que me vienen a la cabeza son increíbles, cuando empecé en Leganés mi ilusión era ser entrenador del Ademar, cuando estaba en León mi ilusión era poder ir a Santo Domingo a celebrar un título y lo conseguí, por lo que no puedo pedir más», apuntó el entrenador Manolo Cadenas. Entre las múltiples anécdotas que recuerda de esa temporada, Manolo Cadenas recordó el haber ganado la Copa Asobal en la prórroga con un solo gol, anotado por Panadero, y reconoció que «fuimos capaces de ganar esos títulos porque teníamos una gran relación entre nosotros y porque contábamos con gente joven y jugadores que crecieron aquí en poco tiempo y no se fueron rápidamente a otros clubes».
Jorge García Vega reconoció que para alguien de la cantera como era su caso vivir aquello fue un sueño, «ya que ese título representaba a todas las generaciones de grandes jugadores del Ademar y que por lo que sea no pudieron conseguirlo. Pero eso sí, quiero destacar que la llegada de Juan Arias y su junta directiva marcó un antes y un después en el club. Es más, me atrevería a decir que Juan Arias es uno de los presidentes más importantes del deporte español. Se lo debemos a él, todos estamos aquí gracias a él, cogió el club en un momento muy delicado y consiguió sacarlo adelante y hacer un equipo ganador».
Armand Torrego, nombrado mejor portero de la Copa Asobal 1999, definió lo que era ese equipo como «varios kamikazes dirigidos por un loco». En relación a la clave del éxito destacó que «lo más importante es que se creo un grupo con un ambiente muy sano y éramos una gran familia. Ganar al Barcelona y al Caja Cantabria era complejo, pero el Ademar estaba preparado para competiciones cortas, jugar a un solo partido a nosotros nos venía muy bien y jugar la final fuera de casa fue un plus». Además, reconoció que con Hombrados hacían una dupla perfecta, bastante compensada y tenían una gran comunicación entre ellos y se ayudaban en todo lo que podían.
«Los valores de ese equipo histórico eran brutales, teníamos frescura, un equipo joven con carácter, éramos un todoterreno. Íbamos juntos a lo bueno y a lo malo y todo liderado por Manolo Cadenas, una persona con mucho carácter, que nos imponía mucho respeto. Todos sabíamos que estábamos aprendiendo mucho, fue como un gran master lo que hicimos aquí en el Ademar, prueba de ello es que hubo muchos jugadores que crecieron en el Ademar consiguiendo títulos y yendo después a otros grandes equipos», señaló Hombrados. Al igual que el resto de compañeros, el portero reconoció el papel clave que siempre jugó la afición leonesa «jugar en el Palacio Municipal de Deportes era increíble, cuando venían los grandes equipos como el Barcelona el pabellón estaba lleno hasta la bandera, recuerdo ese calor que provocaba toda la gente que estaba allí y que gritaba en cada acción».